Asociación Arcade Vintage Origins: SALONES RECREATIVOS ESPAÑOLES

En esta sección haremos un especial homenaje a los Salones Recreativos Españoles de los años 70, 80 y 90.

Nuestro amigo y colaborador David Paturlas Pérez Barbosa por fortuna realizó numerosas fotografías de salones recreativos de la provincia de Alicante. A continuación tenéis una pequeña muestra de su repertorio.

RECREATIVOS IRIS PARK, ALICANTE

Los recreativos o sala de juego Iris Park de Alicante estaban y están situados (aunque a día de hoy sólo como sala de juego) en la calle Ángel Lozano 10, en el centro de Alicante, junto a la avenida Alfonso el Sabio y frente a los multicines Casablanca.

Además del acceso principal por la calle también se podía acceder al local por una puerta trasera situada en una galería comercial, frente a la tienda y estudio de fotografía de Manuel Arjones.

"Los Iris", como se les conocía popularmente, constaban de dos plantas claramente diferenciadas: arriba se encontraba el salón de juego, sólo para mayores de 18 años, con máquinas tragaperras y de bingo.

El "Jefe" y uno de los técnicos

En la planta de abajo, accesible para cualquier niño o adolescente, se encontraban las máquinas recreativas, los pinballs, los billares americano y francés, las mesas de ping-pong y los futbolines. En esta planta también estaba la garita del "jefe", que nos daba cambio de manera manual y ponía los relojes de los billares y ping-pong a cero.

La superficie de la planta de abajo era de unos 300 m2, bastante grande para ser unos recreativos de barrio de una ciudad pequeña. En dicha planta estaban las máquinas arcade, distribuidas por fabricantes fundamentalmente: Tecnausa, Videoval, Sonic, Petaco, etc, eran las más habituales.

También se dejaron ver por estos recres máquinas dedicadas como Time Crisis II, Super Off Road, Virtua Striker, Virtua Fighter, así como simuladores de conducción como Daytona 2, Out Run, After Burner o Sega Rally.


Super Hang-On convertida a World Rally

El ambiente de "los Iris", como se les conocía popularmente, era el de los típicos recreativos de la época: olor a tabaco y a humanidad, todo un clásico. Los quinquis no abundaban pero tampoco faltaban, pese a estar junto a una comisaría de Policía Nacional.

La sala estaba climatizada con aire acondicionado, y al ser un sótano sin ventanas ni ventilación natural era un clásico salir con un pestazo a tabaco brutal. Por supuesto, fumar estaba permitido en todo el local y las máquinas incoroporaban el cenicero de rigor.

Para mejorar la experiencia de juego el local estaba bien iluminado, con tubos fluorescentes y se disponía de taburetes en abundancia.

La zona de pinball estaba reducida a una esquina y contaba habitualmente con cuatro o cinco máquinas: Canasta 86 y pinballs más modernos ya con panel DMD.