La moneda cayendo por el monedero
de la máquina, el sonido de 1 crédito, mirada a la izquierda y mirada a la
derecha para ver quién flanqueaba la recreativa, la elección del player, y la
partida comenzaba.
Dos retos por delante, el desafío
de vengarte de esos maleantes que habían secuestrado a tu novia en el “Double
Dragon” y el rentabilizar en tiempo esa moneda de 25 pesetas que le habías
rogado a tus padres durante más rato que el que iba a durar esa partida.
Finalizaba la partida, con la
tensión en las piernas acumulada, y la rabia de no haber esquivado ese último
escollo. La culpa era de uno/a. Aparecía un ranking en la pantalla. Mis
respetos a todos esos recordman, cuyo nombre tenía 3 letras de oro, y por otro
lado, jurarse que el próximo en estar en ese Olimpo iba a ser uno mismo.
La primera vez que entré en
Arcade Vintage, sufrí un shock. Pensé que los viajes en el tiempo eran sólo
cosas de las series como Doctor Who, y en cambio allí estaba. Los colores de
tubos de luz parpadeantes y la música de las máquinas atrayéndote, como las
sirenas de Ulises.
Alrededor todos ellos/as estaban
allí. Porque los que crecimos en las salas de recreativas, nos reconocemos con
la mirada, tenaces y soñadores a partes iguales.
La 2ª Arcade Con, ha reunido a jugadores, desarrolladores y amigos del
mueble con joystick. Apasionados de otras asociaciones y de muchos lugares como Barcelona, Zaragoza, Albacete, Málaga, Segovia, Valencia o incluso Zurich y Andorra, nos dimos cita en Petrer
del 29 de Abril al 1 de Mayo.
El cartel espectacular.
Locomalito y Gryzor87 para hablarnos de su gran regalo. Se trató de
Death Come from Verminest. La recreativa que
sólo se encuentra en nuestra Asociación, para el disfrute de todos/as aquellos
que se acerquen a visitarnos. Nos contaron cómo hicieron para situarse en la
tecnología y lo visto hasta 1981, para realizar un juego de 1981 en 2016.
A continuación Gryzor87 nos dio
una clase magistral sobre cómo insertar las voces con la distorsión adecuada y
cómo crear los sonidos más fieles a esos años, incluso poniéndonos a prueba
para ver si diferenciábamos éstos.